lunes, 22 de diciembre de 2014

Podemos en Cataluña

Podemos y Cataluña 

Que Podemos haya abarrotado el pabellón del Valle Hebrón en su primer mitin en Cataluña puede ser interpretado como cosa normal habida cuenta de la curiosidad de un sector de la ciudadanía por conocer a esta nueva formación política. Pero que Podemos sea, según algunas encuestas, el primer partido en intención de voto en Cataluña, indica algo más relevante. Y también insólito porque, con lo tiquismiquis que somos quienes vivimos en estos pagos, dicha orientación de voto se dirige a una formación que no ha nacido en Cataluña. Más todavía, el grupo coordinador de Podemos en Cataluña -según nos informan analistas que están al tanto- es prácticamente desconocido por eso que se llama quién es quién.  Ahora bien, tal como está lloviendo, todo indica que esa virginidad no parece ser un impedimento, porque “lo conocido” tiene un precario predicamento. Así es que el problema será de qué manera la formación de Pablo Iglesias el Joven gobernará dicha virginidad de aquí a las próximas elecciones.

No hace falta ser un politógo para intuir que Podemos no será bien recibido por las fuerzas políticas catalanas que cuentan con posibilidad de tener representación parlamentaria. Todas ellas saben que, en una u otra proporción, van a conocer una merma electoral. Por lo que, a buen seguro, coincidirán parcialmente en un socorrido mensaje: Podemos es la reencarnación del lerrouxismo. Que el lerrouxismo no es un espantajo, lo sabemos perfectamente. Pero en este caso concreto será el trampantojo que, con mayor o menor saña, utilizarán los que se sientan damnificados por Podemos.

Estos damnificados utilizarán retales de viejos discursos. A saber, «no son de casa», «sucursalistas de Madrid» y, por tanto, botiflers. Que serán sobados hasta la náusea por la flora y fauna institucional catalana “de toda la vida”. Por la flora mediática y por la fauna política, naturalmente.

Mientras tanto, a algunos de nosotros sólo nos queda seguir la recomendación de Sancho a don Quijote en el episodio de la cueva de Montesinos: «Paciencia y a barajar». Famosa y socorrida frase tuvo que ser en su época cuando el ilustre golfo de Mateo Alemán la usó también en su Guzmán de Alfarache, un libro de obligada lectura. 

domingo, 21 de diciembre de 2014

Retrocediendo al siglo XIX

Retrocediendo al siglo XIX


“Cada vez más gente está expuesta a que una mínima vicisitud les hunda en la pobreza”.
Stiglitz
Decía el historiador británico Eric Hobsbawm que si hubo un factor que determinó las vidas de los obreros del siglo XIX, ese fue la inseguridad. Al comienzo de la semana no sabían cuánto dinero podrían llevar a sus casas. No sabían cuánto iba a durar su trabajo, o, si lo perdían, cuándo podrían conseguir otro empleo o bajo qué condiciones. Si caían enfermos, quedaban desempleados o cuando envejecían no tenían ningún tipo de ayuda... [1]. Ahora, casi dos siglos después volvemos a estar en una situación de una imprecisión profunda en bastantes supuestos. 

Estaba cantado que la brutal poda de derechos laborales de la reforma laboral del PP no iba a servir para crear empleo, como pasó con las anteriores. Por el contrario ha degradado las condiciones de trabajo y los derechos laborales hasta niveles insospechados: despido libre y casi gratuito, abaratamiento de los salarios, precariedad en el empleo en el mejor de los casos, convenios colectivos bloqueados y bajo el riesgo de perder la ultraactividad, etc. En resumen, que seguimos teniendo a uno de cada cuatro trabajadores en paro, el empleo que se crea es precario y muchas veces no da para poder vivir con él.

La reforma laboral ha sido muy útil también para reforzar el poder empresarial. Veamos unos ejemplos concretos, que muchas veces son más elocuentes que los grandes análisis. En un Carrefour del centro de Madrid la cajera pedía que el cliente, después de pagar, apretara un botón (rojo, con una cara de enfado; o verde, con sonrisa) para valorar el trato recibido. Toda la relación mantenida con la cajera se había limitado al saludo inicial, colocar los productos en una cinta transportadora, pasarlos por un lector electrónico, dar la suma total y preguntar si se quería bolsa. Por ello, la duda que surge es ¿cuál es la función de apretar el botón? ¿qué quieren que valoremos? ¿una sonrisa de bailarina en una persona que quizá lleve 8 horas sentada ante una caja, haciendo un trabajo alienante y mal pagado?. En realidad ¿no será una forma más de presión de la empresa sobre la trabajadora, de un control estresante con el que la están recordando que su trabajo dependerá de la decisión de los clientes o de quién controle los resultados de la votación? Me parece demencial. Quizá porque la empresa sabe que la vulnerabilidad del trabajador es tal que cualquier percance que suponga la pérdida del empleo, por cutre que sea, puede poner a esa persona en un estadio de paro de larga duración.

Otro ejemplo colectivo es el de la empresa multinacional Coca Cola. Con beneficios en España de más de 900 millones de euros anuales, pretendía despedir a 1.190 trabajadores y proceder a cerrar plantas muy rentables como Fuenlabrada, solo porque quiere ganar más aún y prescindir de una plantilla que ha ido consiguiendo mejoras laborales y salariales que molestan a la patronal en la ley de la selva en la que han convertido el mercado de trabajo español [2]. Afortunadamente0 los trabajadores han ganado la sentencia de los tribunales y ahora están a la espera de que éstos dictaminen la ejecución y cumplimiento de la sentencia en el mes de noviembre. Mientras tanto, no esperan: siguen luchando todos los días.

También está el caso que conozco de una persona joven, formada, trabajadora y competente. Después de dejarse la piel en el trabajo, de conocer cómo su capacidad de iniciativa y de propuesta ha permitido abrir nuevas oportunidades de negocio, y tras acabar un máster se atrevió a plantear a la empresa que quizá deberían de reconocer su dedicación y formación. Solo pedía que la hicieran un contrato ordinario y abandonar la situación de becaria. La respuesta del responsable de la empresa fue: “Estás madurando María. Ha llegado la hora de que te busques otro trabajo”. Autoritarismo empresarial y reforma laboral, una bomba para los trabajadores que ha convertido el mercado de trabajo en un horror. 

Por último, otra situación sangrante que hemos conocido por la trascendencia social del caso es el de Teresa Romero y el equipo que la ha tratado contra el ébola. Teresa, ya infectada por el virus, se tuvo que presentar a unas oposiciones este verano. Sin contar al jefe de servicio, cuatro de los cinco médicos que la han curado son eventuales. Llevan de cuatro a nueve años encadenando sus contratos cada seis meses uno de los equipos con más experiencia del mundo en el tratamiento de enfermedades tropicales. Teresa y sus médicos, y el resto del personal sanitario, han vencido al ébola, pero no está claro que venzan a la precariedad, aunque las autoridades les condecoren con medallas. Una auténtica vergüenza.

Hobsbawm también decía que a aquel trabajador del siglo XIX se le planteaban tres opciones: a) hacerse burgués, equivalente a lo de volverse emprendedor que se vende ahora; algo al alcance de muy pocos porque no disponían de capital ni de formación y contactos; b) la desmoralización, a través del alcohol y otras formas de evasión-enajenación, hasta el punto que se llamaba a la taberna la “iglesia del obrero”; c) organizarse y luchar, algo que hicieron en las organizaciones obreras. Básicamente las opciones siguen siendo las mismas, de ahí la importancia y la necesidad que siguen teniendo, a pesar de todos los pesares, los sindicatos y los partidos de la izquierda. Sin ellos, nadie está seguro en su puesto de trabajo, ni tiene garantía de sus derechos y en cualquier momento puede escuchar su despido fulminante de forma brusca o cínica, que igual da. Como dice Stiglitz “cada vez más gente está expuesta a que una mínima vicisitud les hunda en la pobreza”[3]. La inseguridad no puede ser el precio que paguemos en el mundo del capitalismo para la riqueza de unos pocos.

viernes, 5 de diciembre de 2014

Cataluña en venta por CIU

Entre la conferencia de Artur Mas y la de Oriol Junqueras ha sucedido un hecho excepcional en Catalunya sobre el que casi nadie parece prestar atención, embelesado como está el mundo oficial en la partida de ajedrez entre dos líderes que se disputan la hegemonía del nacionalismo.

Este hecho excepcional es el siguiente: el banco brasileño BTG Pactual ha vendido su participación en la empresa que gestiona los peajes de los túneles de Vallvidrera y del Cadí por nada menos que 146,65 millones de euros. Hace apenas dos años había adquirido las participaciones por sólo 59,5 millones en una privatización que, vista ahora, es como para tirarse de los pelos y quizá algo más: el banco brasileño ha hecho un pelotazo de 86,9 millones en apenas dos años a costa lógicamente de las arcas públicas, que están, además, bajo mínimos.

La Generalitat mantiene la cantinela de que “Madrid nos roba”, pero es imposible encontrar un enemigo exterior al que endosar esta privatización con resultados tan increíbles.

La explicación oficial es que la diferencia de precio revela que la situación es ahora mucho mejor y que simplemente demuestra que ha vuelto el apetito inversor. Pero no hace falta haber estudiado en la Universidad de Minnesota ni haber sido profesor en Berkeley y Harvard para darse cuenta del despropósito que ha significado este regalo a un banco privado brasileño de las acciones de una empresa que hasta hace apenas dos años era de todos los catalanes.

Como casi todo el mundo mira sólo la partida de ajedrez entre Mas y Junqueras, a la Generalitat le basta con dar la explicación oficial y a otra cosa, incluyendo el seguir pontificando sobre balanzas fiscales, necesidad de ajustarse el cinturón y pócimas neoliberales en nombre, además, de la supuesta solvencia y sabiduría de los mismos responsables del desaguisado de esta privatización.

El pelotazo ya es en sí mismo un hecho extraordinario. Pero la historia ni siquiera acaba aquí.

A las tres semanas de aprovechar el ofertón y comprar a la Generalitat las acciones de la concesionaria, el mismo banco brasileño, BTG Pactual, participaba en la mayor privatización de la historia de la Generalitat como integrante minoritario de un consorcio liderado por Acciona, que se hacía con la gestión de Aguas Ter-Llobregat (ATLL).

Esta privatización fue un auténtico balón de oxígeno para la Generalitat al permitirle ingresar 1.000 millones. Pero no ha sido sólo la mayor privatización de su historia, sino también la más polémica y hasta abracadabrante: el mismo Órgano Administrativo de Recursos Contractuales de Catalunya (OARCC), entidad pública que depende de la propia Generalitat, dictaminó que la adjudicación fue irregular porque el consorcio ganador ni siquiera cumplía con el pliego de condiciones, y luego tanto el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) como el Tribunal Supremo han instado a revocar la concesión, mientras la Generalitat sigue silbando y mirando para otro lado pese a la sucesión de reveses judiciales y al ridículo público.

Ahora sabemos además que, en la práctica, un socio clave del consorcio ganador de la ATLL, el banco brasileño BTG Pactual, ha podido financiar en parte su participación en la aventura gracias al regalo que la misma Generalitat le hizo muy pocos días antes.

En esta tierra de grandes conferenciantes suceden cosas realmente extraordinarias. La que más: ni siquiera generan debate público.

miércoles, 3 de diciembre de 2014

Los ladrones están en el PP





En el PP “robar es lo de menos"

Las medidas de regeneración democrática que Rajoy proclama en el Congreso con el anuncio de su firme propósito de luchar contra la corrupción ya empiezan a ponerse en práctica en RTVE. Tal vez se tomaba en serio sus propias palabras cuando afirmaba que el aluvión de casos de corrupción que aparece en los medios de comunicación es consecuencia de su persecución por las instituciones. La verdad, cuando nuestro máximo mandatario se refiere a sí mismo como una persona “con sentido común”, acierta, tiene un sentido de lo más común, tal vez excesivamente común para el cargo que ostenta, en ocasiones, roza lo fronterizo. La aparición de esas acciones delictivas en los medios de comunicación no se produce como consecuencia de su persecución por las instituciones que él mismo preside, sino como un hecho inevitable consecuente, ahora sí, al derecho a la información que preside los regímenes democráticos. No son las instituciones las encargadas de darlas a conocer sino de destaparlas y tipificarlas.

Consciente del papel que desempeñan los medios en la ponderación y difusión de estas actividades irrumpe de nuevo el Gobierno, tal y como tiene por costumbre en cada ocasión que ha llegado al poder, en la gestión de la información que nos dan los medios públicos con nuevas destituciones en los informativos de RTVE. El vergonzoso y antidemocrático espectáculo que dan las televisiones que gestiona el PP es el signo más evidente de su corrupción endémica, inherente, casi genética. Es imposible atajar la delincuencia económica de sus cargos, que es a lo que se refería el presidente en su discurso en las Cortes, si la corrupción está en la esencia de su acción política. El robo organizado desde tramas creadas por sus cargos de confianza es sólo un síntoma, una consecuencia inevitable del desprecio con el que aplican las leyes y gestionan la vida de los ciudadanos al margen de las más elementales reglas del sistema democrático. 

Por alguna razón, al español lo que más le molesta es que el político robe. De hecho, con todo este debate de la Memoria Histórica, está dispuesto a consentir que nuestras cunetas estén plagadas de ciudadanos asesinados, pero la razón real por la que a estos políticos de “centro” esa ley les pone histéricos, la razón por la que no se consiente que ochenta años después del golpe de Estado perpetrado contra la libertad y la democracia por Franco no se pueda enseñar los colegios lo que aquí ocurrió, es porque el siguiente paso, y lo saben, es que saldrá a la luz todo lo que robaron, y eso los ciudadanos españoles no lo toleran. Sí, muchos de nuestros próceres, patriotas defensores de la unidad de España, no dudaron en asesinar a sus vecinos para robarles las propiedades y, paradójicamente, es más complicado de justificar desde la ideología el robo que el crimen. Lo que les importa, de verdad, es que se sepa que venimos de una estirpe de ladrones. Lo de asesinos tienen quien se lo relativice a través de revisiones de la Historia. La propia condesa antisistema, mascarón de proa de la lucha contra la corrupción en España y “descubridora” de la trama Gürtel, es una experta en el tema.

Con la corrupción ocurre lo mismo, sólo se produce la indignación cuando se descubre el robo. En realidad lo que menos daño hace a la sociedad es el dinero que obtienen estos políticos corruptos con sus actuaciones dentro o fuera de la ley, tal circunstancia que no les exime del calificativo, a través de las tramas que montan para robar, o de las puertas giratorias y demás triquiñuelas que ellos mismos diseñan al legislar, haciendo legal lo “corrupto”, sino las consecuencias que acarrea su acción política al gobernar contra los intereses de los ciudadanos. Así, lo peor no es el incremento de patrimonio que obtienen con las privatizaciones de los servicios sanitarios, sino el deterioro que esa gestión produce en la calidad de vida de los administrados, que es inconmensurable. Las muertes que esa gestión va a producir, como ya ha demostrado un informe presentado con total cinismo por el gobierno de Cameron consecuencia de una política idéntica a la nuestra. La dificultad en el acceso a los medicamentos, el copago, la reducción de pruebas diagnósticas, es contra eso, sobre todo, contra lo que hay que reaccionar.

Lo mismo ocurre con la energía. Poco perjudica, en realidad, al ciudadano lo que obtienen los altos cargos con los nombramientos en las diferentes asesorías en las empresas que, previamente, han privatizado, ni los viajes, bolsos y demás dádivas que reciben por su impecable gestión a favor de la élite empresarial, lo grave es que los españoles quedan inermes ante un monopolio mal disimulado que les condena a una existencia precaria. El nombramiento a dedo del político para un cargo en esas empresas con una remuneración injustificable es sólo la consecuencia del trabajo realizado, that is the question. El daño está en su gestión anterior, en su acción legal, no en la posiblemente ilegal o poco ética. En cuanto surgen los problemas y son citados a declarar, ellos mismos reconocen ante el juez su total ignorancia respecto a aquello que asesoraban sin explicar, en tal caso, en concepto de qué cobraban: cobran por los servicios prestados.

La mejor manera, ha decidido el señor Rajoy con su impresionante sentido común, de luchar contra la corrupción, es que no exista. Para ello debe silenciar, como tienen por costumbre, los medios de comunicación que administra, sin disimulo, sin vergüenza, con autoridad. Ellos mismos, ante las protestas por la falta de justificación profesional de los ceses en los informativos de TVE, lo dejan claro: “Tenemos derecho a nombrar un equipo de confianza”.

No, señores del Gobierno, ese es un derecho que no existe en democracia. La única confianza que deben ganar los servicios informativos públicos que pagamos todos es la de los ciudadanos, no la del Gobierno, eso es de otro régimen, coño. Otra cosa es lo que ustedes pueden exigir con el dinero que pagan bajo cuerda a los diferentes periodistas, en algunos casos condenados por la Justicia, o a los medios a los que acuden con dinero negro a sus ampliaciones de capital, o a través de las inyecciones económicas a diferentes medios enmascaradas con la propaganda institucional. Ahí, sí pueden exigir el servicio que pagan, pero dejen en paz, de una vez, a los profesionales de la información que, por cierto, han recibido premios de sus compañeros de los medios más prestigiosos del mundo encumbrándoles como un ejemplo.

Viven en la corrupción sistémica, ese es el tema. El robo es inevitable en tal estado, es como pedirle a Travolta que se quede sentadito en la discoteca.  

El tiro a “Rajoy "

La próxima para Rajoy

Ana Mato ha parado la bala que va para Rajoy. Y van tres tiros en la nuca del presidente para salvar su cuello. Primero elimina a Bárcenas, después a Gallardón y ahora mata a Mato, que no ha caído ni por traer el ébola ni por los recortes y repagos sanitarios ni por eliminar la Sanidad universal ni por abandonar a los dependientes, a las maltratadas o a los enfermos de hepatitis C, ni por huir de los periodistas como de una epidemia ni por las bochornosas ruedas de prensa ni por ser la peor ministra del ramo en toda la democracia, sino por beneficiarse de la Gürtel, o sea, por lo mismo que ha hecho su partido.

El auto del juez Ruz, que ayer cerró seis años de investigación, dice que también el PP se lucró de la trama corrupta. Cae ella por el pecado de todos, y amén. Pero la bala va hacia Rajoy como jefe de Génova. Por el momento, la ha detenido usando a su ministra de escudo humano. Valiente presidente.

Ni siquiera la ha forzado a dimitir porque quisiera, sino porque se ha visto obligado para evitar la insostenible situación de presentar hoy sus medidas de regeneración en el Congreso junto a ella. Rajoy ha dado el tiro de gracia, pero ha tenido que venir un juez a dictarle la sentencia. El problema de no hacer política es que al final te pilla la Justicia y acabas ajusticiando.

Tarde y mal. Aunque no esté Ana Mato, nadie se cree que Rajoy pueda regenerar nada. Ni muerto el perro se acabó la rabia. De hecho, acaba de empezar. El auto implica a decenas de populares y apunta directamente al partido en el que Rajoy lo ha sido todo y ha estado en el centro del huracán. Decía el PP que la Gürtel era una conspiración contra el PP. Dice Ruz que es, más bien, una conspiración del PP contra la sociedad.

Que se ande con ojo el juez, que ahora van a por él los pistoleros del PP. El 24 de diciembre vence su periodo como juez sustituto en el tribunal número 5 de la Audiencia Nacional. Como advertía ayer Ernesto Ekaizer, si la sociedad no presiona para que le renueven, podrían apartarle del caso. No se enfrenta a enemigos pequeños sino implacables. Basta con mirar los cadáveres de Garzón y Silva para saber lo que le puede pasar. Y en el PP están que trinan con él. Por hacer su trabajo. Se la tienen guardada desde que envío a la policía a Génova a buscar las pruebas que los genoveses destruían y ahora le acusan de sacar el auto un día antes de que Rajoy presente sus medidas contra la corrupción. La única medida de regeneración que puede tomar es que se vaya con Dios.

Porque, vamos a ver, lo único que ha traído Rajoy en estos tres años justos de mandato es degeneración de la democracia española en todos sus ámbitos. Aparte del mito de la recuperación, que solo veía el finado Botín, el legado del presidente consiste en un puñado de mentiras y traiciones a su programa, de recortes salvajes y reformas que han traído más paro, desigualdad, desesperación, desahucios y miseria, y una larga lista de casos de corrupción que le rodean: Bárcenas, la caja B, la financiación ilegal, las tarjetas negras, su confianza en Matas y Fabra, y ahora la acusación de que el PP que dirige se aprovechó del dinero ilícito de la Gürtel. Puede que intente agotar la legislatura y se lleve a algún otro por delante. Pero ni siquiera el PP va a dejar que arrastre con él a todo el partido. Este misil lleva su nombre. Rajoy, eres el siguiente.

¿Franco ha muerto? - Rafael Fernando Navarro - Diario digital Nueva Tribuna

¿Franco ha muerto? - Rafael Fernando Navarro - Diario digital Nueva Tribuna

viernes, 7 de noviembre de 2014

Las practicas del PPbson autenticas mojigangas

Las practicas del PP son autenticas mojigangas 


El título elegido en este artículo para describir las prácticas políticas del Gobierno de Rajoy podrá parecer un tanto rebuscado, pero me parece muy apropiado. Mojiganga según el Diccionario de la lengua española (DRAE) de las tres acepciones me fijaré solo en 2:

f. Obrilla dramática muy breve, para hacer reír, en que se introducen figuras ridículas y extravagantes.
f. Cosa ridícula con que parece que alguien se burla de otra persona.
Cualquiera de las dos es aplicable a las políticas del Gobierno del PP. Son un puro teatro, en la que aparecen figuras extravagantes y ridículas, como  Cospedal, Floriano, Esteban González Pons, la lideresa,  y que salen al proscenio para hacer reír, y que además persiguen burlarse de los españoles. ¿No producen risa además de burlarse de todos nosotros las palabras gloriosas y sublimes de la incorruptible Dolores de Cospedal: “La indemnización que se pactó fue una indemnización en diferido en forma simulación de lo que hubiera sido en diferido en partes de lo que antes era una retribución” ‘? El grado de desfachatez para emitir semejantes palabras es tan grande, que resulta difícil encontrar a alguien que pueda superarlo. Pues podemos encontrarlo en su propio partido. Abróchense los cinturones que vamos a despegar. Por favor, estén bien sentados. Hecha está la advertencia.  Para  fijar la posición por el PP sobre la Ley de Transparencia en el Congreso de los Diputados (Sancta Sanctórum de la democracia), tan santo que tiene que estar protegido con empalizadas del pueblo soberano, el gran orador que eclipsa a los Castelar y Azaña, Esteban González Pons dijo: “Señorías, el valor de la transparencia como requisito de la democracia no es nada nuevo. Sin transparencia es imposible que haya democracia, como sin luz es imposible que se pueda ver.. En la democracia el ojo tiene que ser siempre más rápido que la mano." ¡Que se lo pregunten a Bárcenas! Pero sigamos con otras perlas preciosas: No hay mejor remedio contra la corrupción que anticiparse a ella, que evitarla. Solo se corrompe el agua estancada. Allá donde habitan la sombra, el secreto o el exceso de confianza es sencillo que se produzcan favores, arbitrariedades y desfalcos.  “Manda huevos”. Podríamos seguir con más ejemplos. Ustedes mismos juzgarán si el título es apropiado o no.

De verdad, cada vez estoy más convencido que las prácticas políticas del Gobierno de Rajoy son también lo más parecido a una tragicomedia, al ser una mezcla de comedia (hacen reír), aunque también de tragedia, por el sufrimiento que producen en una gran mayoría de la población española. Hace ya tiempo que han perdido el respeto al pueblo español, a sí mismos hace ya mucho que se lo han perdido. Porque vamos a ver cómo se pueden presentar ante la ciudadanía jactándose con las palabras de transparencia y regeneración democrática, mientras sus actuaciones van en la dirección contraria. Trataré de demostrar mis afirmaciones. En el programa electoral del PP para las elecciones generales de 1996 dentro del apartado Opinión Pública y democracia, La reordenación del Ente Público RTVE. Un modelo viable, aparece lo siguiente: En el contexto del creciente pluralismo audiovisual, el PP sigue atribuyendo a la Radiotelevisión de titularidad pública de cobertura estatal un relevante papel. El Ente Público RTVE y sus sociedades han de desempeñar, leal y eficazmente, unas determinadas funciones: que ofrezca información veraz e imparcial… Servir de vehículo de información y formación de la opinión pública y auxiliar la participación política, en el marco plural de una democracia libre, para lo que deberá rectificar su actividad, sujetándola a los principios de objetividad, veracidad e imparcialidad de las informaciones, respeto al pluralismo político, religioso, social y cultural. Eso es lo que dice exactamente. Vamos a ver su grado de cumplimiento en esta legislatura.

En julio de 2014 el Consejo de Informativos (CdI) de TVE- órgano interno de participación de los profesionales de la información de la Corporación RTVE para velar por su independencia y veracidad de los contenidos informativos-  mostró su preocupación por la situación de los Servicios Informativos de la TVE, porque sus telediarios ya no eran un referente de la información televisiva, con una caída permanente de audiencia debido a las malas prácticas profesionales y con los errores en la valoración de las noticias. A pesar de haberlo advertido, nada se ha corregido y el resultado: pérdida irreversible del prestigio y credibilidad de los Informativos de TVE, que la actual dirección heredó en máximos históricos

Denunció la intromisión del Director de Contenidos en una noticia sobre el caso Gürtel, que motivó la retirada de la firma de esa noticia y de todo el Telediario. Desplazar la información electoral, optando por un acontecimiento "deportivo-festivo", la noche del 25-M; Valorar mal, por razones ideológicas, el interés informativo de las noticias de la noche electoral; No contar con el líder de la opción política que fue la gran sorpresa (la BBC entrevistó en seguida a Pablo Iglesias) -hoy sigue vetado-; Camuflar las siglas del PP y el concepto de "financiación irregular" en las informaciones del Caso Bárcenas. El reportaje Acoso a políticos, del Informe Semanal del 27 de abril de 2013, condena totalmente el “escrache”, ya que de 17 testimonios, 14 están en contra, y la mitad de los que lo critican son miembros del gobierno o del PP y dos entrevistados discrepan del resto. El reportaje prácticamente no da voz a la PAH.  La portavoz de la PAH Ada Colau fue convocada para participar el día 25 de abril  de 2013 en el programa "Para todos la 2" de TVE2 para hablar de su libro "Sí se puede", y El Comité de Dirección de TVE comunicó a la Dirección de La 2 que se suspendía la entrevista.

Todo lo expuesto es comprensible si tenemos en cuenta que Julio Somoano, el hasta hace poco director de los Servicios Informativos, en 2005 presentó una tesis doctoral, de 40 folios, Estrategia de comunicación para el triunfo del Partido Popular en las próximas elecciones generales. Por cierto le ha suplido José Antonio Álvarez Gundín, Jefe de Opinión del diario La Razón. José Antonio Sánchez, de cuya trayectoria profesional no quiero hablar. llegó a presidente de la corporación el pasado 23 de octubre. Es para ponerse a temblar en cuanto a la parcialidad de TVE. Mas son comprensibles tales nombramientos cara a los próximos procesos electorales. En razón a lo expuesto  es comprensible que unos 1.500 trabajadores de TVE e iRTVE han firmado un manifiesto de 26 de setiembre, Ante una situación límite, en el que hacen un llamamiento en defensa de una televisión plural e independiente. Para cumplir con su deber de servicio público, exigen poder trabajar "con total libertad e independencia", de acuerdo con los códigos deontológicos de la profesión.

Ahora quiero fijarme en el tema de la corrupción de cruel actualidad y que afecta de pleno al PP. En el programa del PP para las elecciones generales del 20-N de 2011, en el apartado Regeneración política e institucional entre los objetivos para conseguirla señala “La lucha contra la corrupción es uno de los objetivos principales del Partido Popular, ya que el funcionamiento del sistema democrático no debe quedar nunca en entredicho por actitudes permisivas, indolentes o exculpatorias ante la gravedad de determinados comportamientos”. De verdad, son ciertas estas palabras, aunque tuve que restregarme los ojos varias veces hasta convencerme. Con lo que está lloviendo en este tema dentro del PP, creo que es innecesario cualquier comentario. Esta gran preocupación plasmada exclusivamente en los programas no es nueva. Ya aparece taxativamente en el de las elecciones generales de 1996, que no me resisto a reflejar. Ahí va.  En el apartado de Fortalecer el Estado de Derecho y las Instituciones Democráticas se especifica La corrupción es el peor de los males que puede sufrir una democracia. Si en España se ha producido es porque los socialistas han suprimido los instrumentos de control y los mecanismos de vigilancia que preservan a las sociedades democráticas del abuso de poder. El gobierno socialista y su mayoría parlamentaria han interpretado el control del gasto público como un estorbo que había que suprimir. Su actitud ha sido reaccionaria, porque si hay algo que caracteriza a una democracia avanzada es, justamente, el riguroso control del gasto público para poder rendir cuentas exactas al contribuyente. Consecuencia de ello ha sido el debilitamiento del principio de legalidad, el crecimiento de las irregularidades y los graves casos de corrupción que están en la mente de todos. El problema de la corrupción tiene soluciones: el mal no está en los españoles sino en la forma en que se ha gobernado España. Esto es lo que hay que cambiar, erradicar, mediante las reformas legales pertinentes, todas las prácticas de financiación irregular de los partidos políticos. En una sociedad democrática no debe haber ninguna zona exenta de responsabilidad y este principio debe aplicarse con rigor. Es necesario, por tanto, empezar por exigir transparencia sobre las fuentes de ingreso y los gastos de los partidos, al tiempo que se favorezcan las aportaciones privadas, con un límite, como forma de participación política. El papel todo lo aguanta.

Termino recurriendo a dos grandes pensadores. Ortega y Gasset calificó la Restauración borbónica: "La España oficial consiste en una especie de partidos fantasmas que defienden los fantasmas de unas ideas y que, apoyados por las sombras de unos periódicos, hacen marchar unos Ministerios de alucinación". Según Salvador de Madariaga: "Al pintarla como de alucinación, Ortega la ennoblecía. Fue una era teatral; una época que pretendía ser lo que no era y simulaba creer lo que decía, a sabiendas de que no era lo que aparentaba ser ni creía en lo que decía". ¿Es muy distinta la actual de los populares? Ustedes mismos.

viernes, 24 de octubre de 2014

Sisterna electoral

Los sistemas electorales no son ni buenos ni malos por naturaleza. Son un instrumento para lograr una consecuencia política: unos potencian la gobernabilidad y otros favorecen la representatividad. Así que resulta legítimo debatir sobre cuál de esos objetivos es mejor para una sociedad concreta. Lo que no debería ser admisible es que un político tome a los ciudadanos por imbéciles. Y eso es exactamente lo que están haciendo algunos dirigentes del PP al justificar sus planes de reforma electoral para las municipales de 2015 con argumentos que son lisa y llanamente mentira.

LOS HECHOS

En este tema, como en cualquier otro, resulta sencillo diferenciar los hechos de las opiniones. Y los hechos demuestran que el PP se apoya en dos falsedades:

1) "Queremos que los alcaldes sean elegidos por los ciudadanos y no en pactos oscuros en los despachos", declaró por ejemplo Javier Arenas, en una frase que combina una mentira con un problema inventado. La realidad es que a los alcaldes ya los eligen los ciudadanos, exactamente por el mismo método que eligen al presidente del Gobierno: a través de una votación en la que escogen a sus representantes –diputados en el Congreso o concejales en un Ayuntamiento–, que luego designan al jefe del Ejecutivo o al regidor de su municipio. 

Pero en este caso la mentira no es suficiente. Como el PP nos quiere vender una solución –el cambio en la forma de elegir alcaldes–, es necesario que exista previamente un problema. Y como el problema no existe, pues hay que inventarlo. ¿De qué "pactos oscuros" habla Arenas? ¿Cuántos existen? ¿Dónde se han producido? ¿Qué problemas han generado? Silencio. En España hay 78 ciudades que tienen más de 100.000 habitantes o son capitales de provincia. Pues bien, como desveló infoLibre, en el 90% de esos municipios el alcalde procede de la lista más votada.

Al escuchar este dato, algunos políticos y tertulianos avispados responden que en España hay más de 8.000 municipios. Cierto. Pero lamentablemente para los papagayos de argumentario único, también en este caso pinchan en hueso. En las últimas elecciones municipales se eligieron 8.084 alcaldes, y en 6.536 municipios la candidatura vencedora obtuvo mayoría absoluta; es decir, el 80,8% de los regidores españoles ya disfrutan de mayoría absoluta. Por supuesto, en muchas otras localidades la lista más votada gobierna en minoría o el alcalde ha sido elegido tras pactos previsibles (por ejemplo entre PSOE e IU) que no se han cerrado en oscuros despachos.

2) La segunda falsedad es la afirmación de los dirigentes del PP de que la elección directa de alcalde "es la más democrática". Si Rajoy, Arenas, Cospedal y compañía realmente pensasen eso, lo primero que deberían explicar es por qué se han conformado durante décadas con un sistema "menos democrático". Pero es un falso debate porque no se puede afirmar que un método de elección sea más democrático que otro. El carácter democrático de un régimen electoral viene dado por otras circunstancias, que para no convertir este artículo en algo insufrible se pueden resumir en una idea: que sea expresión de la voluntad popular. Una voluntad popular que en las democracias occidentales se configura habitualmente de forma indirecta a través de representantes (diputados, concejales...) y no de forma directa por medio de plebiscitos o consultas. Por tanto, tan democrática es la elección directa de alcaldes que se realiza en Francia como la elección indirecta que se lleva a cabo en España, puesto que ambas son fruto de la voluntad popular expresada a través de las leyes electorales aprobadas en los respectivos Parlamentos. 

Dado que en el Gobierno y en el PP abundan los registradores, abogados del Estado, fiscales y juristas, parece imposible que desconozcan un asunto tan básico de nuestro Derecho constitucional. Así que no deberían mentir a los ciudadanos a sabiendas.

Cuestión diferente es si un sistema electoral es más o menos proporcional. Aquí sí cabe establecer grados. Y es indiscutible que, dentro de las normas que rigen en España para las diferentes elecciones, los sistemas más proporcionales son aquellos que combinan la circunscripción única y el sistema D'Hondt de reparto de escaños (se aplica en los comicios europeos y en algunas comunidades uniprovinciales como Madrid). Y el menos proporcional sería el de la elección directa de alcaldes con una prima de concejalías para la candidatura más votada, justo lo que ahora propone el PP para los ayuntamientos.

Desde la irrupción del 15-M, ha ganado visibilidad pública la demanda de mayor proporcionalidad electoral (una vieja reivindicación de IU y UPyD), de forma que si un partido obtiene el 25% de los votos se le adjudiquen el 25% de los escaños. Y no como ahora, con un sistema que premia claramente a los dos principales partidos. Así que apostar por la elección directa de alcaldes iría en dirección contraria a esas demandas. Así lo admite el Consejo de Estado, en un informe que emitió en febrero de 2009 sobre las propuestas de modificación del régimen electoral. Al hablar de una posible elección directa de alcaldes, el Consejo de Estado destaca: "No cabe olvidar que los intentos de mejora en otros aspectos de nuestro régimen electoral general van precisamente encaminadas a reforzar la proporcionalidad, por lo que las propuestas ahora analizadas significarían una desviación importante al respecto" (pág. 268).

LAS OPINIONES

Hasta aquí los hechos. Luego están las opiniones, sobre las que no se puede debatir en términos de verdad o mentira, sino de preferencia. Y, por tanto, en este apartado son tan defendibles las posturas del PP como las de sus adversarios. Veamos.

1) Algunas personas creen que es más conveniente un sistema proporcional, mientras que otras piensan que es más importante lograr la estabilidad y gobernabilidad de las instituciones (por ejemplo, mediante la elección directa de alcaldes). 

2) Algunos juristas aseguran que la reforma planteada por el PP es inconstitucional, entre ellos Jorge de Esteban, quien en un artículo publicado en El Mundo explicó que atentaría contra el artículo 140 de la Constitución: "Nuestra democracia es parlamentaria y representativa, y eso significa que en todos los niveles, desde el presidente del Gobierno a los alcaldes, la elección de los mismos no es directa, sino por medio de representantes elegidos directamente por el pueblo, que a continuación eligen las personas concretas. Nuestro sistema no es presidencialista, por eso lo que realmente cuenta para el nombramiento de los cargos ejecutivos de gobierno son los escaños y no los votos". En cambio, el Consejo de Estado analizó la posible elección directa de alcaldes sin plantear en ningún momento dudas sobre su constitucionalidad.

3) Otros eminentes constitucionalistas, como Javier Pérez Royo, han puesto el énfasis en la falta de consenso: "Se trata de la segunda vez en estos últimos meses que el PP decide aprobar una ley orgánica de naturaleza constitucional prescindiendo de todos los demás partidos políticos [después de la decisión de aforar a Juan Carlos I tras su abdicación]". Este hecho le parece tan grave a Pérez Royo que pide a los partidos de oposición que se nieguen "a participar en el simulacro de negociación que está ofertando el Gobierno. Los partidos deberían anunciar que renuncian a participar en la tramitación parlamentaria de la reforma". Otras personas, en cambio, destacan que el PP está legitimado por su mayoría absoluta para realizar esta reforma, que además figuraba en su programa electoral. 

Yo suscribo la propuesta de boicot de Pérez Royo, tengo dudas sobre la inconstitucionalidad de la que habla Jorge de Esteban y prefiero que el sistema sea lo más proporcional posible. Pero ya se sabe que opiniones todos tenemos una.

Hay otras dos cuestiones del debate surgido durante las últimas semanas que merecen ser mencionadas. La primera se refiere al hecho de que el PSOE haya defendido durante muchos años la elección directa de alcalde que ahora rechaza. La explicación de los socialistas es que no están dispuestos a entrar en el fondo de la reforma, puesto que las formas (sin consenso y a pocos meses de las elecciones) les parecen totalmente inaceptables. En esto último tienen toda la razón, pero no estaría de más que aclarasen a los ciudadanos su postura sobre el fondo. La segunda cuestión es la promesa de Mariano Rajoy de que nunca reformaría la ley electoral sin "un gran consenso". Creo que a estas alturas este asunto es ya irrelevante porque el valor de la palabra política de Rajoy es cero. Lo difícil es encontrar una promesa electoral del presidente del Gobierno que haya cumplido, no importa la materia. Nadie en su sano juicio utiliza ya la palabra dada por Rajoy como argumento de autoridad.

Queda una pregunta en el aire. Si las razones que dan los dirigentes del PP para reformar la ley electoral son mentira, ¿entonces cuál es la motivación oculta? ¿Por qué ese empeño en cambiar las reglas electorales a las bravas? La respuesta parece obvia. Primero, porque a la vista de los resultados del 25-M y de las encuestas que maneja el partido sobre las próximas municipales, la reforma electoral puede ser la única forma de que el PP mantenga buena parte de su poder local. Y segundo porque, hasta ahora, a muchos dirigentes políticos (no sólo del PP) burlarse de la inteligencia de los ciudadanos y manipularlos con burdas mentiras les ha salido gratis.

Claro que, llegados a este punto, hay algo que no puede controlar ni el político más tramposo. Y es que la decisión final está en nuestras manos. El PP puede aprobar de forma unilateral que un partido que sólo tenga el 40% de los votos, reciba el 51% de los concejales; pero lo que no puede hacer es ordenar por decreto ley que se vote al PP. Así que nos queda una última respuesta: si un político te trata como a un imbécil quizá no deberías votarle.

miércoles, 22 de octubre de 2014

Si un político te trata como a un invencil,¿Quizás no deberías votarle?

Los sistemas electorales no son ni buenos ni malos por naturaleza. Son un instrumento para lograr una consecuencia política: unos potencian la gobernabilidad y otros favorecen la representatividad. Así que resulta legítimo debatir sobre cuál de esos objetivos es mejor para una sociedad concreta. Lo que no debería ser admisible es que un político tome a los ciudadanos por imbéciles. Y eso es exactamente lo que están haciendo algunos dirigentes del PP al justificar sus planes de reforma electoral para las municipales de 2015 con argumentos que son lisa y llanamente mentira.

LOS HECHOS

En este tema, como en cualquier otro, resulta sencillo diferenciar los hechos de las opiniones. Y los hechos demuestran que el PP se apoya en dos falsedades:

1) "Queremos que los alcaldes sean elegidos por los ciudadanos y no en pactos oscuros en los despachos", declaró por ejemplo Javier Arenas, en una frase que combina una mentira con un problema inventado. La realidad es que a los alcaldes ya los eligen los ciudadanos, exactamente por el mismo método que eligen al presidente del Gobierno: a través de una votación en la que escogen a sus representantes –diputados en el Congreso o concejales en un Ayuntamiento–, que luego designan al jefe del Ejecutivo o al regidor de su municipio. 

Pero en este caso la mentira no es suficiente. Como el PP nos quiere vender una solución –el cambio en la forma de elegir alcaldes–, es necesario que exista previamente un problema. Y como el problema no existe, pues hay que inventarlo. ¿De qué "pactos oscuros" habla Arenas? ¿Cuántos existen? ¿Dónde se han producido? ¿Qué problemas han generado? Silencio. En España hay 78 ciudades que tienen más de 100.000 habitantes o son capitales de provincia. Pues bien, como desveló infoLibre, en el 90% de esos municipios el alcalde procede de la lista más votada.

Al escuchar este dato, algunos políticos y tertulianos avispados responden que en España hay más de 8.000 municipios. Cierto. Pero lamentablemente para los papagayos de argumentario único, también en este caso pinchan en hueso. En las últimas elecciones municipales se eligieron 8.084 alcaldes, y en 6.536 municipios la candidatura vencedora obtuvo mayoría absoluta; es decir, el 80,8% de los regidores españoles ya disfrutan de mayoría absoluta. Por supuesto, en muchas otras localidades la lista más votada gobierna en minoría o el alcalde ha sido elegido tras pactos previsibles (por ejemplo entre PSOE e IU) que no se han cerrado en oscuros despachos.

2) La segunda falsedad es la afirmación de los dirigentes del PP de que la elección directa de alcalde "es la más democrática". Si Rajoy, Arenas, Cospedal y compañía realmente pensasen eso, lo primero que deberían explicar es por qué se han conformado durante décadas con un sistema "menos democrático". Pero es un falso debate porque no se puede afirmar que un método de elección sea más democrático que otro. El carácter democrático de un régimen electoral viene dado por otras circunstancias, que para no convertir este artículo en algo insufrible se pueden resumir en una idea: que sea expresión de la voluntad popular. Una voluntad popular que en las democracias occidentales se configura habitualmente de forma indirecta a través de representantes (diputados, concejales...) y no de forma directa por medio de plebiscitos o consultas. Por tanto, tan democrática es la elección directa de alcaldes que se realiza en Francia como la elección indirecta que se lleva a cabo en España, puesto que ambas son fruto de la voluntad popular expresada a través de las leyes electorales aprobadas en los respectivos Parlamentos. 

Dado que en el Gobierno y en el PP abundan los registradores, abogados del Estado, fiscales y juristas, parece imposible que desconozcan un asunto tan básico de nuestro Derecho constitucional. Así que no deberían mentir a los ciudadanos a sabiendas.

Cuestión diferente es si un sistema electoral es más o menos proporcional. Aquí sí cabe establecer grados. Y es indiscutible que, dentro de las normas que rigen en España para las diferentes elecciones, los sistemas más proporcionales son aquellos que combinan la circunscripción única y el sistema D'Hondt de reparto de escaños (se aplica en los comicios europeos y en algunas comunidades uniprovinciales como Madrid). Y el menos proporcional sería el de la elección directa de alcaldes con una prima de concejalías para la candidatura más votada, justo lo que ahora propone el PP para los ayuntamientos.

Desde la irrupción del 15-M, ha ganado visibilidad pública la demanda de mayor proporcionalidad electoral (una vieja reivindicación de IU y UPyD), de forma que si un partido obtiene el 25% de los votos se le adjudiquen el 25% de los escaños. Y no como ahora, con un sistema que premia claramente a los dos principales partidos. Así que apostar por la elección directa de alcaldes iría en dirección contraria a esas demandas. Así lo admite el Consejo de Estado, en un informe que emitió en febrero de 2009 sobre las propuestas de modificación del régimen electoral. Al hablar de una posible elección directa de alcaldes, el Consejo de Estado destaca: "No cabe olvidar que los intentos de mejora en otros aspectos de nuestro régimen electoral general van precisamente encaminadas a reforzar la proporcionalidad, por lo que las propuestas ahora analizadas significarían una desviación importante al respecto" (pág. 268).

LAS OPINIONES

Hasta aquí los hechos. Luego están las opiniones, sobre las que no se puede debatir en términos de verdad o mentira, sino de preferencia. Y, por tanto, en este apartado son tan defendibles las posturas del PP como las de sus adversarios. Veamos.

1) Algunas personas creen que es más conveniente un sistema proporcional, mientras que otras piensan que es más importante lograr la estabilidad y gobernabilidad de las instituciones (por ejemplo, mediante la elección directa de alcaldes). 

2) Algunos juristas aseguran que la reforma planteada por el PP es inconstitucional, entre ellos Jorge de Esteban, quien en un artículo publicado en El Mundo explicó que atentaría contra el artículo 140 de la Constitución: "Nuestra democracia es parlamentaria y representativa, y eso significa que en todos los niveles, desde el presidente del Gobierno a los alcaldes, la elección de los mismos no es directa, sino por medio de representantes elegidos directamente por el pueblo, que a continuación eligen las personas concretas. Nuestro sistema no es presidencialista, por eso lo que realmente cuenta para el nombramiento de los cargos ejecutivos de gobierno son los escaños y no los votos". En cambio, el Consejo de Estado analizó la posible elección directa de alcaldes sin plantear en ningún momento dudas sobre su constitucionalidad.

3) Otros eminentes constitucionalistas, como Javier Pérez Royo, han puesto el énfasis en la falta de consenso: "Se trata de la segunda vez en estos últimos meses que el PP decide aprobar una ley orgánica de naturaleza constitucional prescindiendo de todos los demás partidos políticos [después de la decisión de aforar a Juan Carlos I tras su abdicación]". Este hecho le parece tan grave a Pérez Royo que pide a los partidos de oposición que se nieguen "a participar en el simulacro de negociación que está ofertando el Gobierno. Los partidos deberían anunciar que renuncian a participar en la tramitación parlamentaria de la reforma". Otras personas, en cambio, destacan que el PP está legitimado por su mayoría absoluta para realizar esta reforma, que además figuraba en su programa electoral. 

Yo suscribo la propuesta de boicot de Pérez Royo, tengo dudas sobre la inconstitucionalidad de la que habla Jorge de Esteban y prefiero que el sistema sea lo más proporcional posible. Pero ya se sabe que opiniones todos tenemos una.

Hay otras dos cuestiones del debate surgido durante las últimas semanas que merecen ser mencionadas. La primera se refiere al hecho de que el PSOE haya defendido durante muchos años la elección directa de alcalde que ahora rechaza. La explicación de los socialistas es que no están dispuestos a entrar en el fondo de la reforma, puesto que las formas (sin consenso y a pocos meses de las elecciones) les parecen totalmente inaceptables. En esto último tienen toda la razón, pero no estaría de más que aclarasen a los ciudadanos su postura sobre el fondo. La segunda cuestión es la promesa de Mariano Rajoy de que nunca reformaría la ley electoral sin "un gran consenso". Creo que a estas alturas este asunto es ya irrelevante porque el valor de la palabra política de Rajoy es cero. Lo difícil es encontrar una promesa electoral del presidente del Gobierno que haya cumplido, no importa la materia. Nadie en su sano juicio utiliza ya la palabra dada por Rajoy como argumento de autoridad.

Queda una pregunta en el aire. Si las razones que dan los dirigentes del PP para reformar la ley electoral son mentira, ¿entonces cuál es la motivación oculta? ¿Por qué ese empeño en cambiar las reglas electorales a las bravas? La respuesta parece obvia. Primero, porque a la vista de los resultados del 25-M y de las encuestas que maneja el partido sobre las próximas municipales, la reforma electoral puede ser la única forma de que el PP mantenga buena parte de su poder local. Y segundo porque, hasta ahora, a muchos dirigentes políticos (no sólo del PP) burlarse de la inteligencia de los ciudadanos y manipularlos con burdas mentiras les ha salido gratis.

Claro que, llegados a este punto, hay algo que no puede controlar ni el político más tramposo. Y es que la decisión final está en nuestras manos. El PP puede aprobar de forma unilateral que un partido que sólo tenga el 40% de los votos, reciba el 51% de los concejales; pero lo que no puede hacer es ordenar por decreto ley que se vote al PP. Así que nos queda una última respuesta: si un político te trata como a un imbécil quizá no deberías votarle.
by Kalooga

martes, 21 de octubre de 2014

Israel licencia para matar

Israel: licencia para matar

Lo que está ocurriendo en la franja de Gaza sólo tiene un nombre y no es otro que el de masacre por parte de Israel con dosis de genocidio y con el apoyo incondicional de los países occidentales, entre ellos el nuestro. No salimos del horror que contemplamos y cuando intentamos ponernos en lugar de esa población, sentimos un escalofrío, rabia, impotencia e indignación. ¿Cómo es posible que esté ocurriendo esto? Sobre todo, porque el pueblo judío sufrió en sus carnes el holocausto ¿por qué reproducen las mismas técnicas? Gaza es un enorme campo de concentración de más de un millón y medio de personas, que viven acosadas, encerradas, humilladas, pisoteadas… que Israel ha decidido que sus vidas deben ser así, porque consideran a los palestinos un pueblo llamado a la esclavitud, a la pobreza y a la desaparición, visión que tenía los alemanes de los judíos. No me cabe otra explicación. Israel se erige en dueño de la vida y de la muerte de los palestinos, porque los considera no-personas.

Si Israel comete estas masacres, que incluye el bombardeo intencionado de hospitales, escuelas de la ONU donde se hacinan miles de palestinos refugiados, mercados, zonas civiles, les han dejado sin agua y sin luz y los están machacando continuamente es porque sabe que tiene el apoyo de Estados Unidos y de Europa y que los países árabes han dejado a Palestina a su suerte hace años. Reflejo de esto es que Egipto contribuye a que Gaza sea un campo de concentración cerrando sus fronteras e impidiendo el paso de ayuda humanitaria. Israel sabe que puede masacrar sin límites, vulnerando el derecho internacional, riéndose de la ONU y de sus resoluciones. ¡Qué gran decepción con Obama! Debería devolver el premio Nobel de la paz inmediatamente, porque este premio se ha degradado por su apoyo al asesinato de niños, niñas, gente mayor, civiles que su gran delito, según ellos, es ser palestino. Obama, Merkel, Rajoy, Hollande, Cameron y un etc. de mandatarios son cómplices de estos asesinatos en masa, que se producen por los bombardeos y porque la población está muriendo lentamente por falta de agua, comida, medicinas, atención médica y luz. Han dejado sin luz a Gaza, lo cual ha provocado, entre otras cosas, que los niños que estaban en incubadoras murieran por falta de fluido eléctrico.

A todo esto se une que el médico noruego Erik Fosse está denunciando que Israel está bombardeando con DIME que contiene wolframio, un metal cancerígeno y que provoca microexplosiones en el cuerpo. Denuncia también que se está utilizando nuevos tipos de armas cuyas consecuencias y lesiones desconocen. Denuncia que están probando nuevas armas y que Gaza está sirviendo como prueba de estas armas nuevas. ¡Qué horror! ¡Qué rabia e impotencia! Y esa pregunta que nos hacemos cada vez que vemos las imágenes de esta masacre con tintes de genocidio ¿cómo es posible que los judíos tengan la misma actitud que tuvieron los nazis con ellos? Participando el otro día en una conversación con amigos, uno de ellos decía que era una exageración comparar lo que está haciendo Israel en Gaza desde hace muchos años porque no había cámaras de gas. El otro amigo le respondía que Israel hacía lo mismo, que no les hacía falta cámara, que asesinar de una manera u otra no dejaba de ser un asesinato. Le doy toda la razón. Israel está destruyendo al pueblo palestino, lo está asesinando, no a Hamas. Está organización le sirve de excusa. Por cierto, parece ser que el asesinato, absolutamente condenable, de los tres adolescentes israelíes no se puede atribuir a Hamas, según la propia policía israelí, pero, da lo mismo, el gobierno israelí con el apoyo de su población civil -¡Qué tristeza!, está llevando una política de aniquilación con la violencia y con el campo de concentración que han convertido Gaza. Esta población subsiste gracias a los túneles que han hecho en la frontera con Egipto y su enorme capacidad de resistencia frente a una nación ocupante.

En relación a esto, no pasa desapercibido que hace un año la Universidad Católica de San Antonio (UCAM) propuso Doctor Honoris Causa a Netanyahu, lo cual provocó muchas protestas y críticas en la redes. ¿Cómo se puede nombrar Doctor Honoris Causa a un criminal de guerra? Señor Mendoza, presidente de La Universidad Católica de Murcia y obispo de Murcia José Manuel Lorca, ¿no tienen nada que decir públicamente? ¿Tienen algo que rectificar? Ya saben que el silencio también comunica.

¿Qué podemos hacer ante tal barbarie? Presionar a nuestros gobiernos cómplices de esta masacre con tintes de aniquilamiento. Crear estado de opinión y decirles que quien justifica las masacres, incluso con la venta de armas, es también cómplice de asesinato. Intentar que nuestros gobiernos se vean en la necesidad de cambiar el apoyo asesino por la presión eficaz. Europa tiene un arma muy eficaz porque Israel tiene un tratado de comercio preferencial con Europa. Los gobiernos europeos podrían suspender este tratado hasta que no se respetaran los Derechos Humanos en esta zona.

Siempre nos hemos preguntado cómo era posible que ante los indicios de masacre del pueblo judío por la Alemania nazi no hubiera una respuesta contundente internacional, y ahora nos preguntamos cómo es posible que ante el aniquilamiento por parte de Israel al pueblo judío no haya una respuesta internacional contundente para evitar esta masacre.


martes, 19 de agosto de 2014

El holocausto palestino de Gaza por Israel


Holocausto palestino en Gaza
Artículo de Fidel Castro publicado en el diario cubano Granma con motivo del genocidio palestino a manos de Israel


  
Publicado en Granma el 4 de agosto de 2014
De nuevo ruego a Granma no emplear espacio de primera plana para estas lí­neas, relativamente breves, sobre el genocidio que se está cometiendo con los palestinos.

Las escribo con rapidez solo para dejar constancia de lo que se requiere meditar profundamente.

Pienso que una nueva y repugnante forma de fascismo está surgiendo con notable fuerza en este momento de la historia humana, en el que más de siete mil millones de habitantes se esfuerzan por la propia supervivencia.

Ninguna de estas circunstancias tiene que ver con la creación del imperio romano hace alrededor de 2400 años o con el imperio norteamericano que en esta región del mundo, hace apenas 200 años, fue descrito por Simón Bolívar cuando exclamó que: “… Estados Unidos parecen destinados por la Providencia a plagar la América de miserias en nombre de la Libertad”.

Inglaterra fue la primera real potencia colonial que utilizó sus dominios sobre gran parte de África, Medio Oriente, Asia, Australia, Norteamérica, y muchas de las islas antillanas, en la primera mitad del siglo XX.

No hablaré en esta ocasión de las guerras y los crímenes cometidos por el imperio de Estados Unidos a lo largo de más de cien años, sino solo dejar constancia que quiso hacer con Cuba, lo que ha hecho con otros muchos países en el mundo y solo sirvió para probar que “una idea justa desde el fondo de una cueva puede más que un ejército”.

La historia es mucho más complicada que todo lo dicho, pero es así, a grandes rasgos, como la conocieron los habitantes de Palestina y es lógico igualmente que en los medios modernos de comunicación se reflejen las noticias que diariamente llegan, así ha ocurrido con la bochornosa y criminal guerra de la Franja de Gaza, un pedazo de tierra donde vive la población de lo que ha quedado de Palestina independiente, hasta hace apenas medio siglo.

La agencia francesa AFP informó el 2 de agosto: “La guerra entre el movimiento islamista palestino Hamas e Israel ha causado la muerte de cerca de 1.800 palestinos […] la destrucción de miles de viviendas y la ruina de una economía ya de por sí debilitada”, aunque no señale, desde luego, quien inicio la terrible guerra.

Después añade: 

“… el sábado a me­diodía la ofensiva israelí había matado a 1.712 palestinos y herido a 8.900. Na­ciones Unidas pudo verificar la identidad de 1.117 muertos, en su mayoría civiles […] UNICEF contabilizó al menos 296 menores muertos”.


“Naciones Unidas estimó […] (unas 58.900 personas) sin casa en la Franja de Gaza”.

“Diez de los 32 hospitales cerraron y otros once resultaron afectados”.

“Este enclave palestino de 362 Km² no dispone tampoco de las infraestructuras necesarias para los 1,8 millones de habitantes, sobre todo en términos de distribución de electricidad y de agua."

“Según el FMI, la tasa de desempleo sobrepasa el 40% en la Franja de Gaza, territorio sometido desde 2006 a un bloqueo israelí. En 2000, el desempleo afectaba al 20% y a un 30% en 2011. Más del 70% de la población depende de la ayuda humanitaria en tiempos normales, según Gisha”.


El gobierno de Israel declara una tregua humanitaria en Gaza a las 07:00 GMT de este lunes, sin embargo, a las pocas horas rompió la tregua al atacar una casa en la que 30 personas en su mayoría, mujeres y niños, fueron heridos y entre ellos una niña de ocho años que murió.

En la madrugada de ese mismo día, 10 palestinos murieron como consecuencia de los ataques israelitas en toda la Franja y ya ascendió a casi 2000 el número de palestinos asesinados.

A tal punto llegó la matanza, que “el ministro de Asuntos Exteriores de Fran­cia, Laurent Fabius, ha anunciado este lunes que el derecho de Israel a la seguridad no justifica la ‘masacre de civiles’ que está perpetrando”.

El genocidio de los nazis contra los judíos cosechó el odio de todos los pueblos de la tierra. ¿Por qué cree el gobierno de ese país que el mundo será insensible a este macabro genocidio que hoy se está cometiendo contra el pueblo palestino? ¿Acaso se espera que ignore cuánto hay de complicidad por parte del imperio norteamericano en esta desvergonzada masacre?

La especie humana vive una etapa sin precedente en la historia. Un choque de aviones militares o naves de guerras que se vigilan estrechamente u otros hechos similares, pueden desatar una contienda con el empleo de las sofisticadas armas modernas que se convertiría en la última aventura del conocido Homo sapiens.

Hay hechos que reflejan la incapacidad casi total de Estados Unidos para enfrentar los problemas actuales del mundo. Puede afirmarse que no hay gobierno en ese país, ni el Senado, ni el Congreso, la CIA o el Pentágono quienes determinarán el desenlace final. Es triste realmente que ello ocurra cuando los peligros son mayores, pero también las posibilidades de seguir adelante.

Cuando la Gran Guerra Patria los ciudadanos rusos defendieron su país como espartanos; subestimarlos fue el peor error de los Estados Unidos y Europa. Sus aliados más cercanos, los chinos, que como los rusos obtuvieron su victoria a partir de los mismos principios, constituyen hoy la fuerza económica más dinámica de la tierra. Los países quieren yuanes y no dólares para adquirir bienes y tecnologías e incrementar su comercio.

Nuevas e imprescindibles fuerzas han surgido. Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, cuyos vínculos con América Latina, la mayoría de los países del Caribe y África, que luchan por el desarrollo, constituyen la fuerza que en nuestra época están dispuestos a colaborar con el resto de los países del mundo sin excluir a Estados Unidos, Europa, Japón.

Culpar a la Federación Rusa de la destrucción en pleno vuelo del avión de Malasia es de un simplismo anonadante. Ni Vladímir Putin, ni Serguéi Lavrov, ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, ni los demás dirigentes de ese Gobierno harían jamás semejante disparate.

Veintiséis millones de rusos murieron en la defensa de la Patria contra el nazismo. Los combatientes chinos, hombres y mujeres, hijos de un pueblo de milenaria cultura, son personas de inteligencia privilegiada y espíritu de lucha invencible, y Xi Jinping es uno de los líderes revolucionarios más firme y capaz que he conocido en mi vida.

La “política como dios manda" de Rajoy

Los golpistas del  PP

Desde que Mariano Rajoy asumió como presidente de gobierno la sociedad española dio un drástico giro a la derecha a través de medidas económicas que -en principio- una buena parte de los ciudadanos aplaudió, mientras que otros repudiamos enérgicamente. Hoy, a casi tres años de aquella gesta que de popular sólo tuvo el nombre del partido que tomó el poder, el retroceso en los derechos y las libertades individuales es tan alarmante que diversos organismos internacionales ya adjetivan como catastrófico.

La lista de decretos ley mediante las cuales el presidente y sus ministros traspalaron a la España actual a aquella otra en blanco y negro presidida por un enano golpista, es demasiado larga como para enumerarla en un sólo artículo. Además, son de conocimiento público todas y cada una de las excusas que el Partido Popular arguyó a la hora de pronunciar las medidas que hicieron mella en los colectivos más vulnerables, de modo que no es este un repaso puntual de las leyes antipersona decretadas por el PP, ya que para ello bastará con repasar los titulares de los periódicos de los últimos tres años, o simplemente con examinar vuestro respectivo derecho a callarse la boca que -por el momento- parece ser el único que usted posee, ya que si protesta corre el riesgo de transformarse en un criminal.

Finalmente la mil veces anunciada “política como Dios manda” prometida por Rajoy durante su campaña, ya está dando sus frutos; al menos la Iglesia Católica goza de ellos como no de otros placeres de los que sin embargo opina y aconseja. Al parecer Dios manda el disfrute de unos pocos y la desgracia de otros tantos. Manda Dios esta brecha cada vez más abismal entre quienes lo tienen todo y quienes ya casi ni en pie logran tenerse. Dios manda este incremento de miserables (de ambos; los que rebuscan entre los desperdicios de los hipermercados y los que enfundados en trajes dictan las nuevas normas a seguir). Manda Dios a que la educación y la sanidad ya no sean un derecho sino el lujo que pueden darse un puñado de elegidos. Manda Dios a que calles tu reclamo o a que te partan la cara por reclamar. Dios manda a convertir trabajadores en objetos desechables. Manda Dios a perseguir con multas a indigentes que duermen al raso, convirtiendo a la pobreza en un delito. Manda Dios proteger a esos banqueros que, peor que en Uganda -aunque Rajoy crea que no- moldearon esta vergonzosa característica de corrupción y saqueo que ya es marca de la casa, folklore de un país repleto de desmemoriados que olvidaron su pasado humilde, se hincharon de una soberbia inexplicable y buscaron la culpa en los de afuera.

Y precisamente luego de mencionar a los de afuera recuerdo el motivo del artículo que escribo. “El gobierno ve mala fe en los vídeos de ONGs de agresiones a inmigrantes en la valla de Melilla”, reza el titular de un periódico español. Y si después de leer esto no echo la pota es solo porque antes me entra la risa. Leamos juntos; luego si quiere ría o vomite: “La Delegación del Gobierno de Melilla expresa absoluto apoyo a los agentes de la Guardia Civil que, por imperativo legal, cumplen con su cometido. Y subraya además el comportamiento ejemplar y humanitario que distingue a los agentes de la Guardia Civil, a quienes señalan las ONG, por ejecutar devoluciones irregulares de migrantes a Marruecos”.

Nadie duda que -como en todo- haya buenos y malos agentes de la Guardia Civil. De esto estamos seguros y ni siquiera hace falta que nadie nos lo reafirme. Pero hay que ser muy retardado para ver mala fe en los vídeos que las distintas ONGs realizan a diario en la valla fronteriza de Ceuta y Melilla, y no ver ni un ápice de mala fe en la colocación de cuchillas afiladas que decidió el Ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, y que aplaudió Rajoy. Únicamente un retardado podría ver mala fe en la intención de registrar con una cámara las dramáticas circunstancias por las que cada día tienen que atravesar un buen número de seres humanos cuyo único delito es estar vivos. Muy retardado hay que ser para ver mala fe en esto y no en las medidas que el pasado año dejaron sin asistencia sanitaria a miles de inmigrantes “irregulares”. Hay que ser un retardado irregular para ponerse a defender la buena, honesta y humanitaria acción de los policías fronterizos en vez de ver la aberración, el crimen, el horror que suponen las cuchillas afiladas con las que el gobierno español pretende amedrentar a los inmigrantes y desangrar a los que no se amedranten.

“No  es admisible que se intente criminalizar a la Guardia Civil, tachándola abiertamente y desde la distancia de un proceder inhumano y, por tanto, ilegal", sostienen desde la Delegación del Gobierno.  Sin embargo nada pronuncian acerca del sistemático aniquilamiento de los derechos humanos que éste, su gobierno, ha perpetrado en los últimos tres años. Nada dicen de las muertes en los CIE (Centro de internamiento para Extranjeros), de las pelotas de goma disparadas por los “humanitarios” agentes del orden contra aquel grupo de seres humanos que en febrero perecieron ahogados cuando pretendían alcanzar la orilla. Ni una sola palabra al respecto. Solo la “mala fe” de quienes intentan captar el atropello que a diario se comete en esta España que nuevamente parece haber caído en manos de un enano golpista.

No resiste un test

La criminalización de la república como sistema, además de una estrategia ridícula, refleja el posicionamiento filofranquista de la cúpula del partido del Gobierno. Es evidente que tan legítimo es ser republicano como monárquico, sin embargo los dirigentes del PP asocian la república como sistema de gobierno con cualquier acción terrorista, criminal y, especialmente, con la quema de conventos y las persecuciones de orden religioso que pudieran llevarse a cabo entre 1931 y 1936 en España. No es que se hagan los tontos para manipular y enrarecer el ambiente, es que son así. Se nota que lo dicen en serio.

Los que tenemos más años hemos escuchado esas cosas durante mucho tiempo e ingenuamente pensábamos que muerto el perro se acabaría la rabia, pero de eso, nada. La cantinela sigue intacta en su métrica, en su rima y en su melodía.

Sí, los mismos que insisten en que no hay que mirar atrás cuando alguien quiere desenterrar a un familiar asesinado junto a una cuneta, recuerdan a qué conduciría la instauración de una república en España. Claro que, como el análisis político no existe, da la impresión de que les traiciona el inconsciente y lo que expresan con su triángulo república-desórdenes-golpe de Estado, más que una consecuencia inevitable es un deseo. No nos explican por qué los alemanes, cuyo modelo seguimos a pies juntillas y cuyas órdenes cumplimos de forma automática, aun siendo republicanos, no terminan con el Ejército en la calle, ni por qué Rajoy cuando se reúne con la muy republicana señora Merkel no porta un collar de cabezas de ajo.

De lo que sí estoy seguro es de que muchos de los que lucen banderas de España como complemento ornamental en forma de pulsera, correa de reloj, cuello de polo, etcétera, dejarían de hacerlo con el nuevo incremento cromático. El argumento de que es la bandera de su país y que nadie debe avergonzarse de lucirla, dejaría de usarse. No me imagino a estas autoridades engominadas luciendo la tricolor.

De momento, lo único que sabemos es que esa bandera les produce sarpullidos y, la verdad, me resulta sospechoso. Yo no soy muy, por no decir nada, de banderas, pero sé lo que representan. Sé, perfectamente, por qué una bandera con el águila imperial, la enseña que simbolizó el fascismo durante cuarenta años en España, puede pasar desapercibida para muchas autoridades del partido que aglutina a las fuerzas del centro político español que hoy nos gobierna y, comprendo que en su desprecio a la inteligencia de los ciudadanos, no exento de cinismo, declaren como hizo la alcaldesa de Santoña tras un acto en el que se encontraba rodeada de las llamadas banderas preconstitucionales y de Falange: “Que yo me encuentre delante no quiere decir que ampare nada”. Dando a entender que se encontraría igual de a gusto en un entorno de hoces y martillos o de símbolos abertzales.

Ella estaba allí y lo que representan esos objetos no la perturbaban, como le ocurrió a la alcaldesa de Quijorna, también de centro, que ante la polémica que suscitó un mercadillo, promovido por el ayuntamiento que preside, de banderas y objetos fascistas, declaró que no vio nada raro. Claro que al decir eso, más que dar a entender que no se dio cuenta de lo que se exponía, lo que resulta bastante difícil de comprender, proclamaba que aquel entorno le resultaba armónico, familiar. De nuevo los símbolos antidemocráticos flotaban en el ambiente sin causar estridencia alguna en los muy constitucionalistas próceres de nuestra patria.

En la cima del despropósito se situó el señor Rafael Hernando, portavoz adjunto popular en el Congreso, por lo que debemos entender que su declaración responde al sentir general del partido al que por su cargo representa, cuando ante las repetidas exhibiciones de símbolos fascistas, así como de la fea costumbre de retratarse saludando brazo en alto por parte de diferentes miembros de su partido y, sobre todo, de representantes de las Nuevas Generaciones, lo que demuestra que no tienen intención de abandonar “el centro” por el momento; el portavoz del partido, decía, equiparaba estos gestos con la también, según él, poco constitucional costumbre de exhibir la bandera republicana.

Este señor olvida dos cosas, la primera es que esa bandera por muy fea que le resulte, representa a un Gobierno democrático y constitucional que eligieron la mayoría de los españoles tras las elecciones municipales de 1931, donde los votos republicanos se impusieron en 41 capitales de España, triplicando a los monárquicos en Madrid y cuadruplicando en Barcelona; y la segunda es que esa bandera tricolor es legal en nuestros días y amparada por la Constitución, esa Constitución que la mayoría de los diputados de Alianza Popular no apoyó cuando se aprobó en el Congreso, y cuyos herederos agitan cuando conviene cual Libro rojo de Mao, convirtiéndola en dogma de fe incuestionable, y se saltan a la torera o pisotean con la misma facilidad.

Por eso es difícil comprender la actitud de los policías nacionales parando, cacheando y reteniendo a los ciudadanos que portaban chapas, zapatos o cualquier otro complemento con la bandera republicana impidiéndoles la libre circulación por las calles de Madrid el día de la proclamación. Bueno, en realidad, no es difícil de entender si tenemos en cuenta quién dio la orden, aunque a juzgar por los vídeos, tampoco se les ve desconsolados cumpliendo su misión. Tal vez entienden, como la autoridad competente que les manda, que ese símbolo es ilegal, equiparable al de ETA o similar.

Resumiendo, que ya es hora, la bandera tricolor representa a un sistema democrático y constitucional, como la roja y gualda que regalaban en las calles. La otra, la del águila imperial, la que no perturba a las autoridades de “centro”, es anticonstitucional y es la enseña del autoritarismo que se impuso en España después de un golpe de Estado que abolió la democracia y causó cientos de miles de muertos, muchos de los cuales continúan en fosas comunes y que todavía, casi ochenta años después, esos señores que se llaman constitucionalistas, empezando por el presidente del Gobierno, se niegan a desenterrar y a hacer justicia con sus familiares.

Esa es la cuestión, les molesta la tricolor, la del fascismo, no. Allá ellos, pero que no las comparen porque, entonces sí, se les ve el aura fascistoide y están obligados por su amada Constitución al disimulo.

Por nuestra parte, si no hacen alardes, prometemos seguir creyéndonos que son de “centro”.

martes, 11 de marzo de 2014

Catalunya y el derecho a decidir

Cataluña y el derecho a decidir 

El diario digital Público ha lanzado una interesante iniciativa de debate llamando Espacio Público. Desde la semana pasada se está produciendo un intenso diálogo entre diferentes expresiones políticas, intelectuales y sociales de nivel en torno a “Catalunya y el derecho a decidir”, que toma como referencia el texto base del profesor Vicenç Navarro. Os reproduzco mi aportación al mismo http://www.espacio-publico.com/catalunya-y-el-derecho-a-decidir#comment-703

Lo primero saludar la iniciativa de Espacio Público. A pesar de la importancia del tema a tratar, no son habituales los ámbitos de debate, que desde una visión estratégica, profundicen en el debate de la cuestión nacional, y en concreto, del derecho a decidir.

La izquierda transformadora muestra un importante déficit político y teórico en estos momentos, que choca con el importante potencial electoral que presenta. Para evitar cualquier tipo de abstracción en las reflexiones que se desprenden de la lectura del texto propuesto por el profesor Navarro, el presente artículo se estructura en cuatro apartados a modo de tesis.

1. La formación de la naciodalidad catalana moderna y su necesaria revisión teórica

“El nacionalismo es anterior a la nación, no son las naciones las que hacen a los estados y al nacionalismo, es a la inversa”. Esta famosa definición realizada por el historiador británico Eric Hobsbawm en su famoso ensayo “Naciones y nacionalismos desde 1780?, sirve de marco teórico para el presente texto. Según dicho marco, los movimientos nacionalistas contemporáneos serían una expresión política propia del nacimiento y desarrollo del mercantilismo y el posterior capitalismo a partir del siglo XVII.

La “nación catalana” sería expresión del ideario político del movimiento nacionalista nacido en Cataluña en el siglo XIX, y del particular desarrollo del proceso de industrialización trunco seguido en España, de las pérdida de las colonias en 1898 y en definitiva, sirve de reacción a la incapacidad de la burguesía en España de liderar un proceso de industrialización y de construcción de un estado capitalista moderno.

Cabría preguntarse ¿cuáles son los factores que han permito hablar de una nacionalidad catalana moderna?. Históricamente desde la izquierda marxista catalana se ha hablado de tres:

- La formación de un espacio económico diferenciado que ha permitido generar una dinámica de acumulación propia. Frente al predominio de un capitalismo basado en la explotación extranjera de recursos naturales y de obras públicas que derivan en una formación social atrasada de base agraria y rentista, en la Cataluña del siglo XIX se desarrolla una acumulación industrial endógena.

- La industrialización en Cataluña explica el surgimiento de una estructura de clases también diferenciada, cuya característica principal es la aparición de una clase obrera industrial numérica y políticamente muy superior a la del resto del España, así como una burguesía moderna, productiva y de carácter nacional.

- La persistencia de una cultura popular basada en la lengua catalana y en las formas de psicología colectiva provenientes de una historia popular que adquieren carácter de diferencia nacional con el desarrollo económico posterior.

Esto genera una dinámica conflictiva entre la construcción de un Estado burocrático, centralista bajo hegemonía latifundista, y una Cataluña anticentralista, opuesta al dominio de los oligopolios y de los latifundistas, que tiene como protagonista a la clase obrera y sectores populares catalanes, junto a una burguesía nacional antilatifundista y opuesta al centralismo.

Según este marco conceptual, es dentro del capitalismo y de las diferentes formas en la que se desenvuelve en España, donde encontramos el surgimiento de la llamada “cuestión nacional”. Este es el esquema aún vigente dentro de importantes sectores de la izquierda, esquema que debería afrontar una pregunta, ¿dichos factores siguen vigentes dentro de la globalización capitalista?.

Este es un tema complejo que podría servir de base para una actualización del pensamiento de la izquierda transformadora en relación al debate nacional en España, análisis que excede al presente texto. Así que con una mera intención de marcar posición, opino que en la fase actual del capitalismo hablar de burguesías nacionales es un error, no creo que en España ni en Cataluña exista un sector de la burguesía capaz de sostener un proyecto endógeno, autocentrado; más bien al contrario, en mi opinión, los intereses dominantes de la burguesía son fundamentalmente transnacionales. Esto permite explicar la creciente “convergencia” de intereses entre los bloques de poder en Cataluña y España, la superación deliberada del pasado industrial catalán y la adopción de un patrón inmobiliario y financiero como en el resto del estado. Elementos que permiten afirmar, que el nacionalismo hegemónico en Cataluña (CiU) se ha erigido como la “tercera” pata del bipartidismo en España.

2. La cuestión nacional en el marco de la globalización

La crisis de mediados de los setenta y principios de los ochenta del siglo pasado en España desembocan en la plena internacionalización de nuestra economía con la entrada en la UE. Proceso hegemonizado por una alianza de sectores liberales antifranquistas y sectores provenientes de la propia dictadura que marcan el proceso de inserción en la globalización y en la construcción de una economía de base financiera e inmobiliaria, bajo una organización territorial basada en las CC.AA. y el dominio de un bipartidismo imperfecto, como elementos característicos del estado surgido de la denominada Transición.

Para los partidos políticos españoles, la cuestión nacional quedaba diluida en un proceso supranacional exitoso como era la UE, mientras que para los partidos nacionalistas hegemónicos en Cataluña, el viejo Estado nación español quedaba obsoleto, y la consecución de la independencia vendría de la mano de la conocida como “Europa de los pueblos”. A pesar de las diferencias, ambas posiciones políticas coincidían en la máxima de “más integración menos estado”, elemento básico para entender el pacto entre el bipartidismo y el nacionalismo conservador catalán. La UE como fórmula para un estado mínimo neoliberal en España y en Cataluña.

La crisis actual es la crisis del esquema heredado de la Transición. La reconfiguración de la división internacional del trabajo marca el paso de España de un país semi-periférico a la periferia total dentro de la nueva Europa pos-crisis. Esta realidad obliga a replantearse muchos postulados tradicionales dentro de nuestro pensamiento político. En este nuevo escenario internacional ¿qué significa independizarse?. En mi opinión, ser un estado más dentro de la Europa alemana actual, sometido a un fuerte proceso de especialización exportadora, que marcaría la desindustrialización en Cataluña y la adopción de un patrón de economía de servicios turísticos y de atención personal, sometido a un fuerte proceso de desfiscalización, de dumping medioambiental y laboral acentuado.

Tengo serias dudas que un Estado catalán independiente sería la forma de estado idóneo para superar el carácter periférico que la globalización en Europa depara a los países del sur. Si entendemos la Troika como la herramienta de homogenización de políticas de ajuste estructural en el espacio europeo, tenemos que tener en cuenta también, que esas políticas responden al interés de nuestro bloque de poder, que los intereses rentistas inmobiliarios o financieros requieren de una España periférica, esquema que comparte también CiU para Cataluña.

3. La independencia y el debate de la “utilidad”

El profesor Navarro nos invita a responder a una pregunta en mi opinión central: ¿qué modelo económico y qué forma de estado necesitamos para superar los déficit heredados de la Transición?. Para el ponente la Transición y la actual Constitución marcan un modelo caracterizado por una democracia limitada, escaso bienestar social y la negación de nuestro carácter plurinacional. El ponente avanza e induce otro debate interesante. Esos límites son de imposible solución dentro del marco actual, requiriendo un nuevo proceso constituyente que abriese la posibilidad de un cambio real superador de los déficit heredados de la Transición, que sin nombrarlo, parece decantarse por una opción federal. Para que dicha dinámica de ruptura democrática se abra es necesario el reconocimiento del “derecho a decidir”, lo que antes conocíamos como derecho de autodeterminación. Tesis que comparto y defiendo.

Dicho lo anterior, cabría preguntarse cómo se desenvuelve dicho debate en Cataluña. Siguiendo el esquema defendido por López Bulla, nos encontramos con dos realidades. En primer lugar, existe un activismo por la independencia que cuenta con la iniciativa política. En segundo lugar existe un sector importante de la población no tan activa y tan movilizada, que intenta ser captada por el sector independentista en torno al debate de la “utilidad”. Básicamente el esquema sería “con una Cataluña independiente viviríamos mejor”.

Este rango de la utilidad, propio de esquemas teóricos positivistas y de ópticas políticas de raíz liberal, es el hegemónico en el independentismo actual. Aquí se encuentra en mi opinión uno de los problemas que tenemos la izquierda y que le da, de momento, la hegemonía del proceso a la derecha nacionalista catalana. En el debate de la independencia, no vale defender la independencia “a palo seco” –o el “federalismo a palo seco”-, sino que se debe exigir que se exponga qué tipo de estado se quiere y qué modelo económico se defiende. Por ejemplo, que marco de relaciones laborales existiría en una Cataluña independiente en el marco de la globalización actual y de la división del trabajo dentro de la UE, o que marco de relación público-privada existiría en una Cataluña independiente. Tenemos que reconocer que la izquierda y el movimiento obrero no hemos sabido plantear el debate de esta forma.

Y aquí entramos de nuevo en el debate de la “utilidad”. Si se carece de un proyecto para definir el concepto que denomino utilidad, sólo nos quedaría el “factor sentimental”, muy presente en el marco de la izquierda, cediendo la materialidad del debate a la derecha nacionalista. Sin embargo la derecha nacionalista catalana asimila la utilidad al concepto de “renta”, lo que le ha permitido encontrar un discurso generador de hegemonía que transciende al propio marco partidario de CiU. El debate de la renta se ha convertido en un argumento transversal e interclasista que le permite al nacionalismo una capacidad de iniciativa política insospechada hace dos o tres años, en plena lucha de masas contra los recortes y las reformas laborales en Cataluña.

El esquema sería: “si la riqueza generada en Cataluña se quedase en Cataluña estaríamos mejor”, debate que normalmente se tiene dentro de la política fiscal, siendo su dimensión principal, el ya conocido debate acerca de las balanzas fiscales. La derecha nacionalista traza un discurso con fuertes reminiscencias históricas, al asimilar a “España” el fracaso de nuestra inserción en la globalización, de la misma forma que el primer nacionalismo catalán lo hacía con el fracaso del 98 o de la industrialización.

Si a esto sumamos que el marco referencial de integración en la globalización no son ya los Estados nación sino las regiones, vemos como la dinámica fragmentadora de la globalización encuentra en el debate de la renta y los recursos fiscales de la zonas ricas la horma de su zapato. El debate territorial italiano sirve de base, junto al belga, para entender este proceso.

Esta dimensión de la utilidad relacionada con la renta y los recursos en clave territorial, explican porque el debate acerca del “derecho a decidir” opera, de momento, como un elemento que logra la unidad dentro de las capas medias y profesionales urbanas, que contrasta con la división existente dentro de la clase obrera y demás sectores asalariados.

4. La opción federal

Para la izquierda la pregunta clave sería ¿cómo dejar de ser periferia?, ¿cómo romper con nuestra posición actual en la división del trabajo dentro de Europa?. A lo largo del texto he intentado argumentar porque entiendo que este objetivo sería imposible dentro de una opción independentista. Sin embargo la opción federal cuenta con pocos apoyos dentro de una visión negativa de la misma, consecuencia de la dinámica recentralizadora impulsada por el PP y de una izquierda con importantes déficits federalistas.

Pero en mi opinión más que la fundada duda de que en España pueda haber un encaje para el modelo federal, vista la fuerza de la derecha centralista y del bloqueo al Estatuto impulsado por el “Tripartit”, en mi opinión el problema que tiene la opción federal es la escasa base popular con la que cuenta. Este escaso apoyo puede encontrarse en el fracaso de la I República, único precedente federal en nuestro país, o de la derrota de la II República, que transmiten la imagen de caos al proyecto republicano y federal.

Uno de los escenarios que mayor credibilidad social pueden darle al federalismo, es el tratamiento que se le dé al Estado social. Para que el proyecto federal gane una importante base popular obliga a situar a este modelo como el único capaz de resolver los tres grandes déficits arrastrados desde el siglo XIX: la falta de una base productiva y tecnológica propia, la falta de un Estado social avanzado y la escasa “calidad” democrática de nuestro sistema. Superar estos tres límites permitirían poner las bases para superar nuestro carácter de formación social periférica en el marco de la Europa pos-crisis que se abre.

El principal problema es el desigual reparto de la renta que sufrimos. La dinámicas centro-periferia de la globalización requieren de un contrapeso que no se va a dar ni en un modelo centralista ni en un modelo independentista. El Estado federal permitiría impulsar las fuerzas endógenas que posibilitarían construir una economía autocentrada, romper con el bloqueo del obsoleto modelo centralista o del agotado de las CC.AA. y permitir mecanismos redistribuidores de la riqueza a nivel de clase y a nivel de territorios, junto al desarrollo de una democracia de base municipal y del ejercicio de las culturas nacionales existentes en torno al derecho a decidir. Modelo que sería el primer estado construido al margen de la hegemonía de las burguesías conservadoras españolas y de la derecha nacionalista catalana.

Pero para llegar a esa realidad los federalistas debemos salir del mero ejercicio intelectual a una praxis política audaz y valiente. Que cuando desde la izquierda catalana se diga, ¿dónde están los federalistas en España?, encuentren una referencia nítida, que permita trazar alianzas, y así recuperar un bloque social formado por las clases trabajadoras de nuestro país y las capas medias de profesionales y técnicos, única alianza capaz de lograr una salida social y democrática a la crisis actual.

miércoles, 12 de febrero de 2014

La herencia del PP y su cabeza Rajoy

España carece ya de bases para la recuperación, sus desequilibrios son imposibles de remontar y además van a peor. El más grave sin duda es la gigantesca burbuja de deuda, que ha tomado una senda explosiva, lo que hace inevitable la suspensión de pagos antes o después. En dos años Rajoyha despilfarrado 250.000 millones de euros en gasto político improductivo, una salvajada que raya el delito de lesa patria. El sistema sólo se mantiene por el compromiso de Draghi de hacer todo lo necesario para mantener la Eurozona. A los mercados les había bastado la amenaza de intervención para bajar las primas de riesgo, pero eso ya no es suficiente, por lo que Draghi ha diseñado un programa denominado OMT (Outright Monetary Transactions) de compra ilimitada de bonos soberanos por el BCE.

Este programa ha sido considerado ilegal por el Constitucional alemán, pero en lugar de vetarlo se ha lavado las manos como Pilatos, enviándolo al Tribunal de Justicia de la UE, que le dará luz verde. Sin embargo, su activación ya no será gratis: exigirá un drástico ajuste del déficit donde trabajadores, pensionistas, clase media y jóvenes parados serán los que llevarán la peor parte. El OMT es en la práctica un rescate en toda regla, algo que Rajoy aceptará encantado, pues no le importa llevar a la miseria y al hambre a media España con tal de mantener intacto el despilfarro político de sus cientos de miles de enchufados, la base de su poder.

España hoy se asemeja a Grecia antes de la crisis

Y mientras Mariano y sus secuaces siguen predicando una recuperación inexistente, las necesidades de endeudamiento para 2014 van a batir todos los récords: 260.000 millones de euros entre vencimientos y deuda nueva, un 25,4% del PIB, la mayor cifra de toda la Eurozona (242.400 según los PGE que no se han cumplido jamás). Esta cifra brutal haría estallar la burbuja, únicamente el OMT puede aplazarlo pero no evitarlo: sólo es más droga para los drogadictos.

Cuanto más tiempo pase, mayor será la burbuja y más devastador su estallido: impedirá la recuperación y la creación significativa de empleo durante, al menos, 30 años. La mitad de los jóvenes de hoy jamás encontrará un trabajo digno. Los desequilibrios de España se asemejan mucho a los de Grecia antes de la crisis. A esto es a lo que nos ha conducido esa nueva desgracia nacional llamada Mariano Rajoy:

1. Al mayor nivel de endeudamiento público en 200 años (1). El problema no es sólo la cantidad alcanzada, ya imposible de devolver, sino la rapidez con la que está creciendo, muy superior a la de su predecesor. Además, y este es el verdadero drama, la ineficiencia en la utilización de los recursos públicos (gasto político improductivo) resulta pavorosa. Es como tirar el dinero por la fregadera.

2. A que la economía española, con una estructura cada vez más tercermundista, sea “totalmente incapaz de crecer sin aumentar el endeudamiento exterior” (2). La competitividad de nuestra industria no solamente no está mejorando, sino que está empeorando, consecuencia de tener los input más caros de Europa (gas y electricidad), los impuestos más altos de nuestra historia y un desfase tecnológico abisal, consecuencia de la destrucción por el PSOE en 1983 del sistema universitario, hoy totalmente en manos de la izquierda.

3. A que, a pesar de todos sus compromisos y promesas, el ‘esfuerzo’ de consolidación fiscal ha sido cero en 2013, mientras el gasto político improductivo sigue fuera de control, porque antes que reducirlo –’eso no se toca’, dijo Mariano– prefiere que los niños se mueran de hambre.

4. A un sistema de pensiones quebrado, que necesitará o fuertes reducciones de las mismas o transferencias crecientes del Estado, más de 30.000 millones en 2014, un dinero que no tiene.

5. La eventual creación de empleo será inapreciable en el mejor de los casos. La creación de empleo en el último cuatrimestre ha sido marginal –contratos a tiempo parcial y temporales, es decir, empleos basura–  y debidos a circunstancias excepcionales –campaña agrícola inusual– y no se repetirán a ese nivel en 2014. Y no sólo es el paro, es que la precarización y los contratos de miseria están creciendo vertiginosamente. Claro que a Mariano, como el resto de problemas de España, esto le trae sin cuidado.

6. El impulso de las exportaciones se ha desvanecido por nuestra falta de competitividad derivada del coste disparatado de los inputs energéticos y de la escasa especialización y valor añadido de nuestros productos.

7. La crisis de los emergentes, que no ha hecho más que empezar, va a ser seriamente perjudicial para nuestro país, empezando por los grandes del Ibex.

Si alguien piensa que con estas “sólidas bases” –Rajoy dixit– nos vamos a recuperar, o no sabe de lo que habla o prefiere las esperanzas vanas a la realidad.

Un sistema bancario insolvente y sin crédito a la economía

Y no sólo es la economía no financiera: el sistema bancario, a pesar de haber recibido –en forma de dinero efectivo, esquemas de protección de activos, Sareb, avales–- cerca de 300.000 millones, el 29,4 % del PIB, a lo que añade otra cantidad equivalente al 29% en préstamos del BCE, sin los cuales el sistema bancario español habría dejado de existir, el mayor rescate del mundo desarrollado, es insolvente y consecuencia no ya de la burbuja inmobiliaria, sino de la depresión económica y de su exposición a la deuda soberana.

Más de 50.000 millones se dan ya oficialmente por perdidos, la mayor socialización de pérdidas de la Historia de España. Pero para el FMI, en un informe sobre España (agosto de 2013, pág. 17), en un cuadro titulado ‘Balance para el contribuyente’, la cifra no recuperada, que estima que se perderá en su mayor parte, es de ¡185.167 millones!

Pero no nos quedemos en la afirmación de que la banca española es insolvente, sino que veamos por qué. Para ello voy a utilizar los datos de la Plataforma para la Nacionalización de las Cajas de Ahorro, que es el mejor análisis que conozco sobre el tema, y de BoA/Merrill Lynch. En relación a los pasivos, se observa que:

a. El endeudamiento es estremecedor: por cada euro debe 17,98.

b. El patrimonio neto es sólo el 5,56% del pasivo, 215.121 millones.

Sin embargo, para poder afirmar que el sector financiero es insolvente no basta con una evolución negativa del patrimonio neto, sino que este sea negativo. Y esto es lo que ocurre, por la ocultación de pérdidas y la manipulación de balances, con la colaboración del BdE, básicamente en tres apartados.

a. Activos fiscales e intangibles. Los activos fiscales son pérdidas del pasado que se supone serán compensadas con reducción de impuestos sobre beneficios del futuro, algo que Basilea III ha prohibido, pero que Bruselas ha solucionado. ¿Cómo? Garantizando Rajoy con nuestro dinero que las reducciones de impuestos se harán tanto si tienen beneficios como si no. Estos, sumados a los activos intangibles, suponen 115.446 millones.

b. Pérdidas ocultas. Se sigue ocultando morosidad y pérdidas utilizando la fórmula de las refinanciaciones que a fin de 2012 habían alcanzado la cifra de 208.000 millones. Estos préstamos refinanciados los clasifican en ‘dudoso’, ‘sub-estándar’ (un camelo del BdE que solo existe en España) y ‘normales’ y a cada uno le aplican un porcentaje de provisión, p.e. cero a los ‘normales’ –que de normales no tienen nada porque han sido impagados a vencimiento–. Si se consideran las posibilidades de impago según el informe de Oliver Wyman, eso supone unas provisiones medias del 49,46% frente a sólo el 18,8% provisionado: 63.800 millones a añadir.

c. Estas cifras son de fin 2012, pero la situación ha empeorado en 2013. La morosidad oficial ha pasado del 10,4 al 13,1%, unos 40.000 millones adicionales. La mora real asciende al 17,03%. La oficial obligaría a provisionar casi 20.000 millones adicionales.

d. La deuda soberana en manos de la banca ascendía a fin de 2013 a 295.000 millones. Hasta ahora se permite considerarla sin riesgo, pero esto es falso. El riesgo de impago de la deuda española es hoy del 22%, luego una correcta cobertura de riegos obligaría a la banca a provisionar 65.000 millones. Moody´s Analitic señalaba hace tres semanas que “el incremento de deuda soberana por parte de los bancos españoles es insostenible”.

En resumen, al patrimonio neto, 215.121 millones, le restamos las provisiones no realizadas, que equivalen a 263.446 millones, su patrimonio neto sería de -58.000 millones. Es decir que el sistema bancario español como conjunto está quebrado.Los que dicen que ya no son necesarias más recapitalizaciones mienten como bellacos que son. Los mismos que nos decían hace unos meses que el rescate de la banca no costaría un euro a los contribuyentes. Por ello y como señalaba hace unos meses el primer analista del Financial Times, “es irracional mantener los ahorros en bancos del país (porque tendrá que ser recapitalizado de nuevo) y ya no hay manera de que el Estado español pueda garantizar el sistema sin incurrir él mismo en impago”. Serán los depositantes grandes y pequeños quienes se autorrescatarán como en Chipre con quitas importantes de sus ahorros.

La afirmación de que era imprescindible rescatar a todos los bancos y cajas, porque si no los depositantes perderían sus depósitos, es una canallada que no tiene nombre. Decir que el rescate ha sido para garantizar los depósitos, cuando en realidad lo ha sido para devolver a las cajas y bancos alemanes, franceses y holandeses el dinero que tan irresponsablemente prestaron a unos presuntos delincuentes sin garantía suficiente, y para evitar que fueran a la cárcel todos los políticos al frente de las cajas, que es donde deberían estar. En conjunto, en los pasivos de nuestro sistema bancario los depósitos de clientes suponen el 43,5%, y un 39,1% los depósitos de menos de 100.000 euros. El resto son fondos propios, dinero del BCE, de los bancos y cajas alemanas, etc.

Lo que tenía que haberse hecho, como ha ocurrido en el mundo civilizado, eradejar quebrar todo lo que no era viable, liquidar todos los activos y, si su valor era superior al de los depósitos de clientes de menos de 100.000, lo que ocurría y de sobra en todos los casos, que fueran estos los primeros en cobrar y del resto del pasivo se repartiera lo que quedara. Islandia, que dejó caer a todos sus bancos, se encuentra hoy en la senda de la recuperación, el FMI felicitó en su informe de agosto 2013 al Gobierno de Islandia por “no haber asumido los costes del rescate bancario”. Sin embargo, los miserables que nos gobiernan han rescatado a todos, y el resultado es que España se encuentra hoy en la senda del hundimiento, no de la recuperación.

¿Qué derecho tenían los canallas que diseñaron y ejecutaron este disparate, el FROB, el FAAF, el BdE, Hacienda y los respectivos jefes de Gobierno responsables principales a disponer del dinero de los españoles, para devolver lo que jamás se ha devuelto en ningún rescate?, ¿tienen idea acaso estos infames burócratas sentados en sus cómodas poltronas del dolor, la desesperación y la miseria que han hecho recaer sobre millones y millones de familias? Todos y cada uno de ellos deben responder de sus actos ante la Justicia, porque lo que han hecho ha sido tan increíblemente perverso y maligno que no se puede ni olvidar ni perdonar.

(1) El máximo en 200 años se alcanzó en 1901 como consecuencia de las guerras de Cuba y Filipinas perdidas ante los EEUU. Mariano lo ha superado con creces y sin necesidad de perder ninguna guerra, lo que no deja de tener su mérito.